El desarrollo de las personas se origina en el vientre de la madre y es por ello que las intervenciones serán orientadas a este nivel con el aseguramiento de una gestación saludable.
La primera infancia deberá acceder de manera oportuna y articulada a servicios priorizados orientados a fortalecer su desarrollo físico, cognitivo, socioemocional; y además contar con un sistema de acompañamiento y protección a las familias.
Tanto las madres gestantes, durante su embarazo, como sus hijas e hijos, recibirán atención especializada, consejería psicológica, vacunación, educación y atención nutricional, evaluación del niño o niña; y podrán acceder a programas de registro de nacimiento, programas orientados a reducir la violencia, el abuso infantil y la negligencia y programas de aprendizaje temprano, de crianza para las familias, atención a la discapacidad (prevención e intervención temprana) y programas de educación inicial.